Un día, de repente el teléfono sonó, entonces yo lo cogí. Una misteriosa voz de un hombre me dijo que él era un antropólogo pero que no quería revelar su nombre. El me contó que tenía una hipotesis sobre la antropogenesis y datos muy importantes acerca de la Pangea, es decir, de cuando los continentes se hallaban unidos. Yo que era un importante geólogo sentí que todo esto lo tenía que conocer ya que me serviría para una investigación que estaba realizando. El hombre me dijo que debería ir a la necropolis que estaba a la periferia de la ciudad, si quería saber toda esta información y buscar un sobre anónimo dónde estaban todos los datos.
Así que, fuí rápidamente en bicicleta hacia el cementerio, pero allí no encontré nada. Al llegar a casa miré el teléfono y la llamada no estaba marcada. Al no hallar nada grité por la impotencia y me quedé afónico por unos instantes. El ritmo de mi corazón se aceleró más de lo normal, era algo normal ya que yo sufría de taquicardía. Al día siguiente acudí al psicólogo extrañado por todo lo que me sucedió, él me dijo que todo había sido fruto de mi imaginación.
3 comentarios:
Vés amb compte amb aquesta imaginació...
No, era broma, un post molt ben fet.
Bea, me ha encantado la historia. Con esa imaginación, puedes hacer muchas historias tán fantásticas como esta. Muy buen post.
Bea quina imaginació que tens!!
un post molt interessant!
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