miércoles, 24 de julio de 2013

Hermosa de rosáceos dedos Aurora

αὐτὰρ ἐπεί κε φανῇ καλὴ ῥοδοδάκτυλος Ἠώς...
"mas cuando aparezca hermosa de rosáceos dedos la Aurora..."

La Aurora alada en su carro
Define la R.A.E.

alba 
2. f. amanecer.
3. f. primera luz del día antes de salir el sol.

Etim. Lat. albus -a -um (blanco -a)

Otros términos relacionados con éste:

albor que refiere no al momento, sino al color del cielo.
alborada que nos sitúa ese momento en un entorno y unas circunstancias determinadas que lo ambientan: la humedad de la noche, los aromas, la temperatura, la calma, la disposición psicológica con la que lo experimentamos...
alborear que es comenzar a blanquear el cielo con el alba.

Su pervivencia en otras lenguas:
Cat. alba / auba,  Fr. aube, It. alba, Ingl. alb (vestidura blanca)

Aurora
1. f. luz sonrosada que precede inmediatamente a la salida del sol.

Etim. Lat. f. aurora -ae (aurora) relacionada con Lat. n. aurum -i (oro, dorado), los antiguos le atribuían un sentido religioso, de ahí su personificación en "la Aurora" como diosa. Tiene la misma raíz del término homérico ἠώς, relacionado con un tema Indoeuropeo, cuyo significado es "brillo, brillar".

Su pervivencia en otras lenguas:
Cat. aurora, Fr. aurore, Ingl. aurora (literario)

amanecer
2. m. tiempo durante el cual empieza a aparecer la luz del día.

Etim. Lat. pref. ad (a, hacia)+ lex. mane (la mañana)+ suf. -sc- de valor incoativo (empezar a, llegar a ser)

Otros términos relacionados con éste:

amanecida que refiere al momento situado en su entorno y sensaciones del amanecer: el rocío, la quietud, los olores, el fresco o frío según la estación, la flor que se abre al despuntar el día, nuestras propias connotaciones psicolóbicas del fenómeno...

mañana
1. f. tiempo que transcurre desde que amanece hasta mediodía.

Etim. Lat. Vulg. "maneana" lex. mane (la mañana)+ suf. -anus -a (perteneciente a, relacionado con)

Su pervivencia en otras lenguas:
Cat. demà (expresando el día siguiente) Fr. demain (idem Cat.) It. domani (idem Cat.) Rum. mîine. 


       Con los versos de Homero introducíamos este rico campo semántico de las primeras horas de la mañana, mientras se difumina la oscuridad de la noche hasta desaparecer ante la luz del nuevo día. En nuestra lengua diaria no hacemos diferenciación perceptible en el uso de estos vocablos, las definiciones de la R.A.E. dejan notar alguna distinción, aun entremezclada e insegura.

       Sin embargo, sabiendo que toda lengua tiende a economizar, hemos de plantearnos que, cuando el castellano ha heredado o creado, e incluso conserva todas estas palabras para la expresión de conceptos semejantes, cada una de ellas aportará algún otro matiz con respecto a las demás, su alma etimológica.

      Nuestro objetivo será hallar el sesgo que cada cual nos ofrece, como hablantes, correcto, apropiado, acertado y oportuno en su expresión.

       Así pues, el alba es cuando el cielo de la noche todavía oscuro comienza a "clarear, alborear, blanquear" en el lejano horizonte, entre la tierra y él.

       La definición de la R.A.E. acierta en su tercera acepción, pero sólo en su primera parte de "primera luz del día". Si nos vamos al Maria Moliner, mezcla todos los términos y los explica como sinónimos.

       Nuestro Homero nos ilustra en ello al distinguir igualmente ese momento primigenio anterior a la llegada de la diosa "de rosáceos dedos".

      ἦμος δ᾽ οὔτ᾽ ἄρ πω ἠώς, ἔτι δ᾽ ἀμφιλύκη νύξ...
      "y cuando no era todavía la aurora , pero la noche alboreaba..."

                                                                                          Homero "Ilíada" VII 433
      
       Perfectamente el hexámetro homérico nos distingue el alba de la aurora.

       A continuación llega el momento de la Aurora, que es cuando ese blancor del horizonte, mientras se intensifica su luz, comienza a pintarse de tonalidades rojizas, rosáceas. 
       Este momento era sentido un tanto sagrado, de ahí que diera lugar a la personificación en diosa, y además no olvidemos que ésta es la denominación dada a un canto religioso de la iglesia que se entona al amanecer. Es por su relación con lo sagrado desde la Antigüedad, que lo escribimos con mayúscula.

       La definición de la R.A.E. acierta de pleno en su acepción primera "luz sonrosada que precede inmediatamente a la salida del sol."
       El María Moliner coincide en su primera acepción, aunque termina identificándolo con "el amanecer".

       Nuestro Homero por todas partes nos describe el momento como

      ...ῥοδοδάκτυλος Ἠὼς... 
       "...de rosáceos dedos la Aurora..."
       
                                            Homero "Ilíada" VI 175

       E igualmente la considera previa a la salida del sol

       ...πρὸς ἠῶ τ᾽ ἠέλιόν τε...
       "...hacia la Aurora y el sol..."

                                             Homero "Ilíada" XII 239

       No creemos casualidad, sino causalidad, el que en su hexámetro preceda "la Aurora" a "el sol".

       A continuación sobreviene el máximo resplandor en el horizonte, el amanecerque acabará desvaneciendo las últimas sombras de la noche con la aparición del sol. Y es el intervalo de tiempo desde el despuntar del astro hasta que se despega del horizonte para ascender en el cielo, es el momento previo a la mañana.

       Ni la R.A.E. ni el María Moliner contienen este aspecto semántico del término, explicado más arriba cuando describíamos su etimología.
       Si bien es verdad que presenta una significación secundaria, la cual sí queda recogida en ambos diccionarios que estamos utilizando. Es ésta, el amanecer entendido como un tiempo subdivisible en varios momentos: alba, Aurora y salida del sol, lo que propiamente denominamos "amanecer".

       Nuestro Homero también lo canta en sus versos en toda su fuerza y esplendor.
       
       Ἠέλιος μὲν ἔπειτα νέον προσέβαλλεν ἀρούρας
       ἐξ ἀκαλαρρείταο βαθυρρόου Ὠκεανοῖο
       οὐρανὸν εἰσανιών...

       "Ya el sol tocaba naciente los campos,
        desde la plácida y profunda corriente del Océano
        subiendo al cielo..."

                                                      Homero "Ilíada" VII 421-423

       
       ἐλάμπετο εἴκελος αὐγῇ
        ἢ πυρὸς αἰθομένου  ἠελίου ἀνιόντος.

       "...brillaba con resplandor
       de encendido fuego o de sol naciente."

                                                         Homero "Ilíada" XXII 134-135

       Y finalmente aparece La mañana que dura desde la salida del sol hasta su culminación en el mediodía.

       La R.A.E. así lo define en su acepción primera y en ello coindice perfectamente la definición que nos aporta el María Moliner.

       Sin embargo, el término puede usarse también como hiperónimo de las demás denominaciones. De este modo la mañana se subdividiría en alba, Aurora, amanecer y la mañana misma hasta el mediodía, conteniéndolos a todos ellos.

       Nuestro Homero también nos canta en sus versos este segundo sentido hiperonímico en la posibilidad de contener a los otros en su conjunto considerando a la Aurora como una parte de la mañana al darle el apelativo de "hija".

       ἦμος δ᾽ ἠριγένεια φάνη ῥοδοδάκτυλος Ἠώς,
       τῆμος ἄρ᾽ ἀμφὶ πυρὴν κλυτοῦ Ἕκτορος ἔγρετο λαός.

       "y cuando la hija de la mañana apareció de rosáceos dedos la Aurora,
       entonces en torno a la pira del ilustre Héctor congregábase el pueblo."

                                                                                       Homero "Ilíada" XXIV 788-789


              Como epílogo a este breve estudio sobre lexemas relacionados con la expresión de las primeras horas del día, y aunque en nuestro uso de comunicación diaria no nos detengamos a buscar el término más ajustado al mensaje, decir que no tienen una existencia indiferente e indistinta entre ellos, sino que cada cual matiza el momento que deseamos actualizar en nuestra comunicación, incluso con mucho de carga psicológica. 

       Hemos ido cotejando nuestras conclusiones con la propia concepción homérica del tema. Y es que desde el origen de los tiempos el hombre percibió como sagrado el milagro de nacer cada día un nuevo sol y sintió necesidad de adoración porfunda ante el fenómeno, intentando en su lengua poner nombre a cada uno de los grados de intensidad de la luz allá en el horizonte lejano hasta mostrarse el sol.

         Con el paso de los milenios y los siglos cada comunidad humana, y según la idiosincrasia de su lengua y su visión del mundo, ha ido reestructurando todo este campo semántico, que en castellano, como hemos visto, es riquísimo en matices. Para otro lugar queda el poder comprobar esto en otras lenguas.


       Fuentes consultadas

       a) Bibliográficas

      "Nuevo Diccionario Etimológico Latín-Español" Segura Munguía Santiago, Ed. Universidad de Deusto, Bilbao 2001, ISBN 84-7485-754-6
       "Dictionnaire étymologique de la Langue Grecque -Histoire des mots" Chantraine Pierre, Ed. Klincksieck, París 1990, ISBN 2-252-02714-2
       "Dictionnaire étymologique de la Langue Latine -Histoire des mots" Ernout-Meillet, Ed. Klincksieck, París 1985, ISBN 2-252-02491-7
       
       b) Informáticas

        "ILÍADA" Homero -texto original griego
        The Online Liddell-Scott-Jones Greek-English Lexicon
        Diccionario R.A.E.
        Diccionario María Moliner
      Diccionari Català-Valencià-Balear
        Oxford English Dictionary
        Dictionnaire de la Langue Française
     



       

2 comentarios:

merleta dijo...

Un post inspirado y poético.

joΣε dijo...

Gracias, Merche.

Escrito con todo el cariño para aportar mi granito de arena a este océano misterioso e inconmensurable de las palabras, cual lo es el alma humana.